Esta situación nos proporciona unas vistas espectaculares de todas las aves que ahí habitan, aunque el precio a pagar por ello es alto: todo el entorno, incluido el barco, está lleno de excrementos con el consiguiente mal olor del guano. Y estos restos corroen no solo la cubierta, sino también los lazy-bags, los plásticos del camper y cualquier amarra sobre la que caigan.
Hoy nos hemos levantado pronto, y JavierG, el quinto tripulante del PROS en R6, ha preparado un buen desayuno para él y para mi.
Después hemos ido al Casino de la Cofradía Náutica del Pacífico junto con los demás tripulantes de esta R6 y de la R5 saliente, ya que todos ellos habían ido allí a desayunar. El Casino es en realidad el restaurante del club, el cual solo abre los fines de semana fuera de la temporada estival.
Ya se han acabado las vacaciones de verano en Chile y salvo los fines de semana apenas hay gente en este puerto. Hoy además de ser sábado, se celebran regatas de varias clases, incluidos los Optimist, los llamados coloquialmente "Opti"s. Por ello, hay bastante animación en el espigón y en los pantalanes.
Este club tiene muy buenas iniciativas, como el dar clases gratuitas de vela a escolares de colegios de la zona, y también a adultos. Aquí nos hemos encontrado hoy con un regatista mallorquín que lleva veinticinco años viviendo en esta tierra. En este náutico se celebran numerosas regatas, incluida una patrocinada por el Banco Santander.
Durante el encuentro de las dos tripulaciones R5 y R6 hemos estado hablando de las peripecias en su paso por el Estrecho de Magallanes. En el fondeo de la bahía Tilly - nombrada en honor del marino español Marqués de Casa-Tilly - se estropeó el molinete del ancla, lo que obligó a subir la cadena a pulso, y tener que repararlo posteriormente. Esta reparación, tras una primera en Puerto Montt, se está llevando a cabo en un taller cuyo contacto lo ha facilitado la Armada Chilena. La cuestión ahora es saber cuando podremos tener arreglado el molinete para estar en condiciones de zarpar. Parece que el taller va a trabajar incluso este fin de semana, lo que posibilitaría el zarpe a primeros de la semana que viene.
Después del desayuno, PepeS, el presidente de AGNYEE, que también ha navegado en la R5, nos ha estado presentando el equipamiento de comunicaciones satelital a bordo. El barco dispone de tres sistemas de comunicación vía satélite, lo que posibilita la conexión con tierra incluso en alta mar. El único gran inconveniente de estos equipos es el elevado consumo de batería mientras su antena esté subida.
A lo largo de la mañana han estado saliendo los barcos participantes en las regatas de hoy, todos ellos camino de sus respectivos campos. A nuestro lado en el pantalán, están amarrados dos preciosos Swan 65 con diseño de los años 70, que tras su reparación hace unos años están ahora en perfectas condiciones. Hoy ambos Swan han soltado amarras para regatear en duplas.
Después de ver a bordo los distintos equipamientos del PROS, hemos regresado al Casino a tomar el aperitivo. Allí nos hemos sentado junto a un grupo de chilenos, con antepasados de distintos orígenes. Mayoritariamente eran descendientes de españoles, aunque también había un descendiente de alemanes, como no podía ser de otra forma en Chile. Ha sido un aperitivo tremendamente agradable, que ha durado un par de horas. Durante ese tiempo hemos podido avistar desde la terraza una foca nadando cerca de la bocana del puerto.
Y ya que estábamos todos en el Casino, hemos comido allí mismo, uniéndose a nosotros FernandoFdM, el sexto tripulante de R6, y su hija, que reside en Santiago de Chile. Para comer hemos tomado el menú del día. Al iniciarse la sobremesa hemos vuelto a sentarnos junto con los nuevos amigos chilenos, charlando largo y tendido. Ha venido también una española, conocida de ellos, que reside en Chile desde hace unos años. Al final, ellos se han empeñado en invitarnos amablemente a los cafés.
Al hablarles de nuestro proyecto de circunnavegación, estos amigos han sentido curiosidad por visitar el PROS, y nos han acompañado hasta él. Les ha sorprendido la gran habitabilidad del barco, idónea para largas travesías, como las que plantea este ambicioso proyecto de tres años de duración.
Por la noche hemos ido a cenar al restaurante del otro puerto deportivo de Algarrobo, el Club de Yates. Este club está situado en el paseo marítimo, junto a la playa, y a unos 20 minutos andando desde la Cofradía. Es un club que solo tiene un par de pantalanes perpendiculares a la línea de costa. No es de extrañar, por tanto, que durante el último terremoto que asoló Chile, el tsunami posterior los destruyera completamente. Allí nos habían reservado una larga mesa en el amplio salón de la primera planta, salón en el que no había mas mesas que la nuestra. Al llegar nosotros han pretendido colocar un altavoz de música, pero hemos pedido que no nos pusieran música alguna. Parecía un salón de bodas, un vacío salón de bodas. Por lo demás ha sido una cena agradable, en la que hemos estado casi todos los tripulantes de R5 y R6 de los que estamos hoy en Algarrobo.
Después de cenar, la mayoría de nosotros hemos regresado a la Cofradía dando un paseo bajo una Luna creciente casi llena, al 98%. Algunos compañeros han preferido, por el contrario, posponer su regreso al barco, continuando con unos gin-tonics.
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