lunes, 27 de abril de 2020

Día 11. Lunes 16 de Marzo 2020

Esta madrugada he entrado junto con Fernando en la segunda guardia. Ayer Jorge propuso un cambio en la composición de los tripulantes que componen cada guardia, lo que a todos nos pareció bien. De esta forma, compartimos esos momentos de la noche con diferentes compañeros. A las 07.00 HRB nos ha relevado José Luis, bajándome yo a mi camarote a descansar un rato.

Hoy toda la mañana ha sido muy tranquila. No se han visto barcos ni siquiera en la pantalla del plotter, lo que ya es habitual. En torno al barco sí han estado revoloteando un par de pardelas. Es curioso lo alejadas de tierra firme que vuelan estas pequeñas aves.

A las 12.00 HRB hemos vuelto a parar el barco, dando a continuación vueltas en círculo, para que Fernando pudiese continuar con su trabajo de fresado. Sin embargo, a los diez minutos de empezar, ha fallado la batería, y hemos vuelto a izar el velamen completo. De nuevo hemos puesto mayor y génova en "orejas de burro".



Con vientos portantes, esta forma de amurar ambas velas a diferente banda proporciona una navegación muy estable y cómoda. Al no existir escora alguna, tampoco existe tensión corporal, lo que hace que sea muy relajada la navegación. Si a ésto añadimos el suave ruido de la roda cortando la mar y del viento llenado las velas, junto con la visión del oleaje hasta el horizonte lejano, hasta el infinito visual, se tienen unas sensaciones tremendamente placenteras.



Uno de los entretenimientos mas agradables a bordo son las charlas en cubierta. Mientras tanto, Fernando nos ha puesto en el reproductor del barco las preciosas "habaneras de Sanlucar", cantadas por el coro de la Asociación de Artesanos de Sanlucar de Barrameda. Es una maravilla escuchar a este coro, y mas escucharles por todo el barco a través de los múltiples altavoces instalados en éste. Fernando pone casi todos los días, bien por la mañana o bien por la tarde, esta estimulante música de fondo.

La comida ha sido preparada hoy por Jorge, que ha hecho unas empanadas argentinas de carne. La masa estaba muy bien horneada y el relleno era abundante. Han sido unas empanadas deliciosas. El gran tamaño de éstas - mas propio de empanadas chilenas que argentinas - se debe a que las tapas fueron compradas en Algarrobo.



Para cocinar estas empanadas, Jorge ha necesitado poner en marcha el generador, ya que el horno es eléctrico y necesita la potencia que solo el generador puede proporcionar. Hoy el generador ha funcionado perfectamente.



Jorge tiene un gran dominio del horno del barco, al que ha cogido perfectamente el punto. Esto es fundamental, ya que cada horno es distinto, y no tenemos muchos días para aprendizajes a base de "prueba y error".

A las 16.00 HRB el viento se mantenía en fuerza 3, y teníamos marejada. Navegábamos un poco mas al Norte del paralelo de Antofagasta, a mas de 350 millas de tierra.



Tres cuartos de hora después continuábamos avanzando lentamente, a pesar de los 13 nudos de viento. En la pantalla del plotter se ha visto un barco por la popa a 25 millas, pero ni un barco más en 75 millas a la redonda.



A las 18.50 HRB, en posición (23º 15´,6 S, 076º 35´,4 W), hemos metido motor y arriado velas porque el amantillo de mayor se había roto, y se tenía que reparar esa avería. Fernando ha subido al camper, desde donde ha colocado un grillete para sujetar el amantillo a la botavara. Media hora después hemos vuelto a izar velas, poniendo de nuevo "orejas de burro".

Tras esa pausa, hemos tenido la tertulia. Hoy hemos charlado sobre la historia de España con referencia a la Conquista de América. Este es un tema apasionante y tratarlo navegando por estas aguas del Pacífico Sur aumenta todavía más su interés. En un momento dado de la conversación ha surgido la cuestión de qué hacer si Perú decidiese cerrar totalmente sus fronteras. La alternativa que se ha planteado, aunque solo como mera hipótesis, era la de navegar hasta Panamá para cruzar el Canal, y pasar al Caribe. Panamá no está muy lejos de Callao, pero se precisarían bastantes días hasta arribar a Ciudad de Panamá, cerca de la entrada al Canal.

La cena de hoy ha corrido a cargo de José Luis, que ha preparado una sopa de verduras con carne y huevo duro. Una buena, y suave cena. A pesar de que no hace frío, los platos calientes al final del día siempre sientan muy bien.

A las 23.05 HRB, al poco de empezar la primera guardia nocturna, se ha oído un fortísimo golpe a proa, que nos ha alarmado a todos. Hemos encendido inmediatamente los focos del mástil, que dan luz a toda la cubierta, para ver a qué se debía ese estruendo. Juan, que duerme a proa, ha salido rápidamente a cubierta, asustado por el ruido que ha sentido justamente encima de su cabeza. Hemos visto que el tangón había caído sobre la cubierta al haberse soltado del mástil. Esto se ha debido a la rotura de la fijación de la cabeza del tangón. La argolla que lo sujetaba al palo se había desoldado. Se ha quitado, por ello, el puño del tangón de la génova, y después se ha estibado éste en cubierta, a estribor.

A continuación, los otros tres tripulantes han regresado a sus camarotes a descansar, y nosotros hemos seguido con la guardia.

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