viernes, 8 de mayo de 2020

Día 22. Viernes 27 de Marzo 2020 Primer día en Lima

Hoy es el primer día, después de tres semanas completas a bordo del PROS, que hemos dormido en tierra firme. Y sin preocuparnos de la hora, por lo que hemos descansado totalmente. Con calma, hemos bajado a desayunar los cuatro juntos al comedor del hotel. Ha sido un desayuno tranquilo, propio de un primer día de hotel, sin mucho que hacer el resto de la mañana. Después, tras subir a las habitaciones, todos hemos dejado ropa para la lavandería.

A continuación hemos salido los cuatro a dar un paseo por el entorno del hotel, y a comprar. Las calles estaban prácticamente vacías, aunque el toque de queda finaliza a las cinco de la mañana, y la gente se puede mover libremente por las proximidades de sus casas.



En primer lugar, hemos entrado en una farmacia a comprar mascarillas y guantes. A continuación, nos hemos acercado al supermercado que está en la misma manzana que la farmacia. Justo antes de entrar, se nos ha acercado un joven que al ver en nuestra ropa logos de marcas conocidas - HH, Musto -, nos ha preguntado si somos navegantes. Él es el representante en Callao/Lima de Hood, la célebre marca de velas. Hemos charlado un rato con él, y parece ser un contacto muy interesante en Lima.



El supermercado era muy grande, y a su entrada había una agente de seguridad que solo permitía pasar a personas con mascarilla y guantes. Dentro había ya muchas personas, y no parece que se controlara la afluencia al establecimiento. Lo que hemos comprado ha sido para la comida de hoy, tanto alimentos como vino.



Después, el regreso ha sido dando un pequeño paseo hasta el hotel, viendo una mediana pintada con bonitos motivos peruanos.

A la hora de la comida, a las 13.00 h, nos hemos vuelto a encontrar todos en la terraza del hotel. No queríamos ir al pequeño comedor, ya que lo mas seguro es que estuviera lleno de gente, y en cambio en la terraza íbamos a estar solos. Es la zona del gimnasio, spa y piscina, y en estos momentos todos éstos están cerrados.



En la comida hemos comentado la noticia que nos ha llegado, y es que parece que hay muchas posibilidades de una pronta repatriación. Ya veremos si esto confirma.

Después de una corta sobremesa, he regresado a la habitación. Para comunicarme con mi familia en Madrid debía hacerlo, por la diferencia horaria, antes de tumbarme la siesta. Y así lo he hecho. Tras la siesta, me he puesto a revisar fotos para incluirlas en la Crónica que he de escribir para la web de AGNYEE.

Los otros tres compañeros de tripulación han aprovechado la tarde para dar un paseo por las inmediaciones del hotel.

A las 20.30 h habíamos quedado para cenar en el comedor del hotel. Como hemos visto que muchos de los clientes del hotel piden la cena en sus habitaciones, esto deja sitio en el comedor. Y a esa hora hemos bajado los cuatro a cenar juntos.

Hoy sí ha habido limón para preparar pisco, la gran bebida peruana, para el aperitivo. Esta es una bebida distinta al pisco chileno, y la versión peruana esta buenísima. En estas circunstancias por las que pasa Perú, la carta del hotel no es muy variada, pero sí suficiente. Desde luego, no parece fácil el suministro alimentario al país.

La sobremesa ha sido larga, siendo los últimos en abandonar el comedor.

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