domingo, 3 de mayo de 2020

Día 16. Sábado 21 de Marzo 2020 en Bahía de Paracas

Esta ha sido una noche tranquila, muy tranquila. Esta bahía es como una laguna, y de noche no ha habido viento ni ola alguna. Esta mañana hemos cambiado la hora a bordo, ajustando los relojes a la hora oficial de Perú. Así, ahora la diferencia horaria con España es de seis horas.



Esta madrugada solo ha salido a faenar uno de los pesqueros de mayor tamaño que hay en esta bahía. Y ha regresado a primera hora de la mañana.



A esa temprana hora empiezan a verse multitud de bandadas de aves cruzando la bahía en dirección al mar.



En cada bandada van cientos de aves, volando muchas de ellas a ras de superficie. Hasta el mediodía no paran de pasar bandadas, aunque según avanza el día se va reduciendo el número de aves que migran.



A media mañana han salido a pescar un par de pequeñas embarcaciones. Una de ellas ha pasado a unos 50 metros de nosotros, y al ver nuestra bandera española uno de los pescadores ha gritado entre risas "ah, los del virus". Debe ser por ello por lo que la Costera nos mandó fondear tan lejos de las orillas.



El puerto General San Martín, el puerto mercante de esta bahía, tiene un largo muelle, además de varias grandes boyas para atracar los buques. Está situado en la orilla de poniente, al otro lado de la población de Paracas y la zona turística. A esta bahía afluye mucho turismo por sus amplias playas y sus buenos hoteles.



El entorno general es muy desértico, con algunas arboledas a nivel del mar. En la ladera de la península que da al mar, frente a la isla de San Gallán, existe un gigantesco dibujo, labrado en la montaña, denominado "El Candelabro". Ayer tarde, al pasar por El Boquerón, no pudimos verlo ya que estaba nublada la parte superior de esa ladera. Es del estilo de los dibujos de Nazca, aunque esté muy alejado geográficamente de éstos.



Hoy el desayuno ha sido un gran desayuno. Además del habitual jamón y lomo ibéricos, hemos sacado un magnífico foie gras y preparado pomelo de sangre. Fernando trajo de Santiago una barra de un buen foie gras, y hay que consumirla antes de desembarcar.



De acuerdo con nuestra oficina en tierra, debemos esperar al lunes próximo para arribar a Callao. Y no debemos llegar antes de las 08.00 HRB (hora de Perú), de forma que la Autoridad Portuaria nos señale el lugar de fondeo en la bahía, e iniciar después los trámites para nuestro posterior atraque y desembarque. Hoy todavía no hemos entrado en Perú, dado que solo hemos anclado en esta bahía, sin bajar a tierra. Por ello, y tal como habíamos pensado ayer, hoy es el día adecuado para revisar con calma el barco, y reparar alguna que otra avería. Tenemos una buena temperatura ambiental y no hay viento.



La reparación más importante que teníamos que hacer sin falta hoy, aunque sea de fortuna, es el ajuste del prensaestopa de la bocina de motor. Es por donde ha entrado agua a la sentina, como ya habíamos detectado hace nos días. Y esa ha sido la primera reparación abordada.



Más tarde, y esto ha llevado más tiempo, se han repasado varios elementos de la mayor. En concreto, los patines del grátil, el lazy-bag y el carril a nivel del puño de escota. Por un lado, se han sustituido los cabitos de unión de los patines al grátil de la vela, por otro se ha ajustado el sable de babor del lazy-bag dentro de su vaina, y por último se ha fijado el carril del pujamen a la botavara.



En la génova se ha revisado la baluma y su relinga. Ya a proa, se ha revisado la entrada de la cadena al pozo, pues a veces se lía al caer en éste. Y finalmente se ha vuelto a fresar un poco más el perfil que bloqueaba el sector del timón, asegurándonos así que no tengamos más problemas en los virajes a estribor.



Antes de la comida hemos tomado un buen aperitivo a base de ensalada de palmitos con espárragos blancos, y patatas fritas, tomando cerveza y vino blanco para beber.



Después, ya para comer, Juan ha preparado un estupendo arroz blanco con huevos fritos y tomate. El arroz, a pesar de ser arroz basmati, estaba muy sabroso y en su punto de cocción. Una sencilla, pero deliciosa comida.



Hoy el encargado de la oficina en Pisco de la consignataria, que hemos escogido para Callao, nos ha pedido copia de la documentación del barco. En concreto, nos ha pedido el Certificado de Navegabilidad y la Autorización de Zarpe de Chile. Nosotros no tenemos escaneado ninguno de estos documentos, por lo que José Luis ha fotografiado el segundo de ellos, y se lo ha enviado a nuestra oficina en tierra. Desde allí, a las 17.00 HRB - o sea, las 23.00 h en España - han enviado copia de ambos documentos a la consignataria. Lo sorprendente es que la oficina de Callao/Lima de esta misma agencia ya conoce esa documentación. Esto demuestra la descoordinación existente entre las oficinas de una misma empresa.



Al anochecer hemos encendido la luz de bañera, que permanecerá encendida toda la noche.

Tal como ayer se le comunicó a la Costera, tenemos previsto zarpar mañana domingo por la mañana rumbo Callao. A las 18.30 HRB la consignataria ha enviado un email comunicándonos que el PROS no debía moverse de la posición actual sin su autorización previa. Nuestro capitán ha contestado a ese mensaje diciendo que mañana levaremos ancla como estaba previsto.

La cena, preparada por Jorge, ha consistido en costillas en salsa, con patatas, pimientos y tomate. Para ello ha cocinado un costillar entero, que le ha quedado muy jugoso. Ha sido un plato de costillas delicioso. Para beber hemos tomado, como siempre, un buen vino tinto chileno.

Después de cenar hemos visto todos juntos, en la TV del salón, un CD de una película americana realmente mala: "Encuentro mortal". Es una película tan mala que, como suele suceder en estos casos, nos ha "atrapado" a todos, viéndola hasta el final. Increíble.

Tras la película, todos nos hemos retirado a descansar.

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